Historia de la danza
Para entender la importancia del ballet es necesario que hablemos de la danza en general, ya que bailar ha formado parte del ser humano desde el principio de los tiempos, relacionada con la magia, la espiritualidad y la fiesta en la mayoría de las culturas, es necesario ver la evolución de la danza a lo largo de la historia.
Es difícil establecer su origen, no sabemos exactamente cuando podemos hablar de danza, sabemos gracias a las pinturas rupestres, a las pinturas de las pirámides y de los templos griegos que el baile y la danza formaba parte de la vida social y espiritual de los hombres.
Si que es verdad que se ha separado la danza como un divertimento social y la danza como manifestación artística, unida a la música, a la coreografía y escenografía. Parece ser que fue en la antigua Grecia donde la danza comenzó a considerarse como arte, el cual se representaba ante un público.
Durante el Barroco la danza siguió desarrollándose en Francia con el ballet de cour, donde se hizo evolucionar a la música instrumental, con una melodía única pero con una rítmica adaptada a cada danza.
Es difícil establecer su origen, no sabemos exactamente cuando podemos hablar de danza, sabemos gracias a las pinturas rupestres, a las pinturas de las pirámides y de los templos griegos que el baile y la danza formaba parte de la vida social y espiritual de los hombres.
Si que es verdad que se ha separado la danza como un divertimento social y la danza como manifestación artística, unida a la música, a la coreografía y escenografía. Parece ser que fue en la antigua Grecia donde la danza comenzó a considerarse como arte, el cual se representaba ante un público.
En tiempos más modernos, la consideración de la danza como arte o como ballet, comenzó en el renacimiento y cobró más fuerza en el romanticismo.
En la antigua Grecia la danza era considerada arte y además tenía asignada una musa "Terpsícore". Los primeros ejemplos se dieron en el culto al dios Dioniso, pero donde se tecnificó fue en las tragedias, sobre todo de Esquilo.
Platón reconoció tres tipos de danza, dos de ellas "honestas" y la tercera "sospechosa". Las dos primeras se relacionaban con el canto y la poesía, o simplemente con la salud y la intención de adquirir gracia y ligereza en los movimientos. La tercera se relacionaba con las bacantes cuyas danzas se relacionaban con cultos llenos de excesos, desterrando esta última de utilidad para la república.
Los griegos unieron el baile a la tragedia, y se considera que su iniciador fue Batilo de Alejandría que lo incorporó a la comedia, y Pílades a la tragedia. El baile formaba parte de la educación de cualquier persona instruida, como en el caso de Sócrates, que era un gran bailarín.
Los griegos y los pueblos antiguos unieron el baile a ceremonias sagradas y profanas, por ejemplo el baile armado o "danza pírrica", cuya invención se atribuye a Pirro, hijo de Aquiles, que la ejecutó por primera vez ante la tumba de su padre, en señal de respeto, y que se realizaba con movimientos de espada, escudo y lanza. Los "bailes fúnebres" se ejecutaban en las exequias y en los funerales.
En la escena el baile se dividía en cuatro clases: trágico, cómico llamado también cordacio, satírico llamado atellanes y pantomímico.
Los romanos siguieron la estela de los griegos, tenían diferentes bailes para diferentes ceremonias (fúnebres, nupciales).
Todos los pueblos antiguos tenían sus bailes y en todas las primeras iglesias había una pequeña elevación donde se interpretaban bailes y danzas sagradas que con el tiempo han ido desterrándose del culto de la iglesia.
Durante la edad media la danza fue maltratada por la iglesia porque consideraban que era propia de los ritos paganos. En el ámbito eclesiástico se mantuvieron "las danzas fúnebres" porque tenían un carácter moralizante. En el ámbito aristocrático se desarrollaron las llamadas "danzas bajas", llamadas así porque se arrastraban los pies al bailar. Las más populares fueron las danzas folclóricas como el pasacalles o la farándula, las danzas moriscas llegaron hasta Inglaterra. Otras modalidades como el estampie, el branle, el saltarello o la tarantela fueron también muy populares.
En el renacimiento la danza tuvo una revitalización ya que el hombre se coloca por encima de la religión, por ello muchos autores consideran esta época el nacimiento de la danza moderna.
Se desarrollo sobre todo en Francia (el llamado ballet-comique), se trataba de historias mitológicas danzadas, siendo impulsadas por la reina Catalina de Médicis. Se cree que el primer ballet fue "El ballet comique de la reina Louise" (1581) de Baltasar de Beaujoyeulx.
Las principales modalidades de danza en aquella época eran la pavana, la gallarda y el tourdion.
Y de esta época son los primeros tratados de danza, por ejemplo de Domenico de Piacenza al que se considera el primer coreógrafo de la historia, o Thoinot Arbeau que realizó una colección de danzas populares francesas (Orchesographie 1588).
Los romanos siguieron la estela de los griegos, tenían diferentes bailes para diferentes ceremonias (fúnebres, nupciales).
Todos los pueblos antiguos tenían sus bailes y en todas las primeras iglesias había una pequeña elevación donde se interpretaban bailes y danzas sagradas que con el tiempo han ido desterrándose del culto de la iglesia.
Durante la edad media la danza fue maltratada por la iglesia porque consideraban que era propia de los ritos paganos. En el ámbito eclesiástico se mantuvieron "las danzas fúnebres" porque tenían un carácter moralizante. En el ámbito aristocrático se desarrollaron las llamadas "danzas bajas", llamadas así porque se arrastraban los pies al bailar. Las más populares fueron las danzas folclóricas como el pasacalles o la farándula, las danzas moriscas llegaron hasta Inglaterra. Otras modalidades como el estampie, el branle, el saltarello o la tarantela fueron también muy populares.
En el renacimiento la danza tuvo una revitalización ya que el hombre se coloca por encima de la religión, por ello muchos autores consideran esta época el nacimiento de la danza moderna.
Se desarrollo sobre todo en Francia (el llamado ballet-comique), se trataba de historias mitológicas danzadas, siendo impulsadas por la reina Catalina de Médicis. Se cree que el primer ballet fue "El ballet comique de la reina Louise" (1581) de Baltasar de Beaujoyeulx.
Las principales modalidades de danza en aquella época eran la pavana, la gallarda y el tourdion.
Y de esta época son los primeros tratados de danza, por ejemplo de Domenico de Piacenza al que se considera el primer coreógrafo de la historia, o Thoinot Arbeau que realizó una colección de danzas populares francesas (Orchesographie 1588).
Durante el Barroco la danza siguió desarrollándose en Francia con el ballet de cour, donde se hizo evolucionar a la música instrumental, con una melodía única pero con una rítmica adaptada a cada danza.
La danza fue patrocinada por el rey Luis XIV, que convirtió los ballets en grandes espectáculos como "El Ballet de la Nuit" de 1653, en el que el propio rey participó caracterizado de Sol. Además Luis XIV fundó la Academia Real de la Danza en 1661. Como coreógrafo destacó Pierre Beauchamp, creador del danse d'école , primer sistema pedagógico de danza. Las principales danzas fueron la allemande, la zarabanda, la giga, la gavota, el minueto, la bourreé... En España también se dieron diferentes modalidades como la seguidilla, el zapateado, la chacona, la jota, el fandango... .
En el siglo XVIII, la época del Rococó, siguió la supremacía francesa, se creó la Escuela de Ballet de la Ópera de París. En esta época la danza comienza a independizarse de la poesía, la ópera y el teatro, se comenzaron a escribir obras solo para ballet, destacando Jean Phillippe Rameau, creador de la ópera-ballet. Además empezaron a surgir bailarines famosos como Marie Camargo y Gaetano Vestris.
A nivel popular el vals adquirió gran fama, y en España el flamenco.
Durante el clasicismo se desarrolló aún más el ballet, gracias a las aportaciones teóricas de Jean Noverre y su ballet d'action, en el que destacaba el sentimiento sobre el ballet más académico. Se buscó un mayor naturalismo y una mejor compenetración entre música y danza, algo que se pudo ver en obras de Gluck, quien eliminó muchos elementos convencionales de la danza barroca.
El Romanticismo recuperó el gusto por los bailes populares y folclóricos. Aparecieron elementos clásicos del ballet como el vestuario (el tutú), que su utilizó por primera vez en El Ballet de las Monjas de Robert le Diable de Meyerbeer (1831). Se empezó a componer música exclusivamente para Ballet, destacando Coppélia de Leo Delibes (1870).
En el aspecto teórico destacó Carlo Blasis principal creador del ballet moderno, ya que codificó muchos aspectos de la danza, movimientos, tipos de bailarines y vocabulario propio de la danza. También introdujo el baile sobre las puntas de los pies, donde destacaron Maria Taglioni y Fanny Elssler.
Entre los bailes populares siguió la importancia del vals, y se unieron otros como la mazurca y la polca.
Con el nacionalismo musical, a mediados del XIX, el centro geográfico del ballet pasó de París a San Petersburgo, donde el Ballet Imperial alcanzó niveles de gran brillantez. El teatro Mariinski en dicha ciudad y el Bolshoi en Moscú se convirtieron en los teatros de ballet más importantes. La persona que convirtió al ballet ruso en el protagonista fue el coreógrafo y bailarín Marius Petipa, que introdujo una coreografía narrativa de tal manera que la danza cuenta una historia. Hizo que los ballets fueran más largos (5 actos) y los convirtió en auténticos espectáculos, destacando su participación con Chaikovski en tres ballets, La bella durmiente (1889), El cascanueces (1893) y El lago de los cisnes (1895).
A nivel popular el baile más popular es el can-can y en España destacan el chotis y la habanera.
El siglo XX y la danza contemporánea tiene su origen en los ballets rusos del romanticismo. Por ejemplo Mijail Fokin, dio más importancia a la expresión que a la técnica, y su ballet "Chopiniana" (1907) fue el primer ballet donde la danza no seguía un hilo argumental.
Serguei Diaguilev fue el que consiguió el triunfo de los Ballets Rusos en París, porque los incluyó en las vanguardias, como por ejemplo sus Danzas Polovtsianas del Príncipe Ígor (1909)de Alexander Borodin, al que siguieron "El Pájaro de Fuego" (1910), "Petrushka" (1911) y "La consagración de la Primavera" (1913)de Stravinski.
La obra "Parade" (1917) fue un hito en la danza contemporánea porque contaba con la música de Erik Satie, coreografía de Massine, decorados de Pablo Picasso y libreto de Jean Cocteau.
Los bailarines de los ballets rusos de Diáguilev alcanzaron gran popularidad, como Nijinsky, Anna Pávlova y Tamara Karsávina, los tres bailarines más importantes del momento.
Con la revolución soviética el ballet se convirtió en un instrumento de propaganda política, perdiendo gran parte de su creatividad, aunque surgieron grandes bailarines como Nuréyev y Baryshnikov, y se hicieron obras memorables como Romeo y Julieta (1935) y Cenicienta (1945) de Prokófiev, y Espartaco (1957) de Jachaturián. También adquirió gran importancia el sistema pedagógico ideado por Agrippina Vagánova.
La danza expresionista supuso una ruptura con el ballet clásico, liberando a la danza de la tiranía del ritmo y la métrica, lo importante es la expresión y la relación del cuerpo con el espacio. Uno de sus principales teóricos fue el coreógrafo Rudolf von Laban y la intérprete reina del género fue Mary Wigman. Una figura independiente del género fue la bailarina estadounidense Isadora Duncan, quien introdujo una nueva forma de bailar, más libre en sus movimientos, inspirada en los ideales griegos, más basada en la improvisación.
En el periodo de entre guerras el Ballet de la Ópera de París volvió al esplendor del romanticismo, gracias a Roland Petit y Maurice Béjart . En Estados Unidos destaca Martha Graham George Balanchine, bailarín ruso de la escuela de Diáguilev, se estableció en Estados Unidos y fundó la School of American Ballet. Durante las décadas de los 50' y 60' destacó Merce Cunningham que se interesó por una estética basada en el caos y que se inspiraba en la música atonal y aleatoria de John Cage. También destacamos a Jerome Robbins creador del musical West Side Story (1957).
Con Paul Taylor entramos en la etapa de la postmodernidad, en su obra Duet (1957) el bailarín se mantenía inmóvil junto al piano que tampoco interpretaba música alguna.