Lux aeterna: Réquiem de Verdi

La tercera sesión de este ciclo de conferencias. ha estado dedicado al réquiem de Verdi, "una misa para el teatro".


Se trata de un réquiem monumental y muy cercano al género operístico, la misa se desacraliza y se acerca al teatro. Hay que tener en cuenta que es la obra sinfónico-coral más interpretada después del réquiem de Mozart. De hecho, en su época la llamaban "La Aida sin palmeras", debido también a que fueron compuestas con muy poca diferencia de tiempo.

La secuencia del Dies irae es la pieza más identificativa de la obra. Esta sección se divide a su vez porque es un texto muy largo, se creó en el siglo XIII sobre un texto de Tomás de Celano. Se incorporó a la misa en el siglo XIV.
El texto cuenta con 19 estrofas en tercetas y hace referencia al día del juicio final. Se trata de un texto muy dramático propio de la estética medieval. Para dar mayor relevancia a su mensaje, los instrumentos de viento metal y la percusión (timbales) tendrán un papel importante en esta sección. Durante el romanticismo hubo un gran interés por recuperar la estética medieval.

En la película "El séptimo sello" hay una procesión en la que se escucha el Dies irae y nos podemos hacer una idea de la angustia y horror que ese texto podía producir en la época medieval:



Verdi tiene tres etapas musicales, en la tercera encuadramos el réquiem, compuesto en el año 1874:




En esta tercera etapa compone Aida, Otelo y Falstaff, además de la misa de réquiem. Es una etapa gloriosa, a pesar de la figura de Wagner, que durante un tiempo pareció eclipsar al italiano.
 En cuanto a Verdi y la fe, parece ser que no era muy religioso, podemos afirmar que liberal y anticlerical.
En cuanto a Verdi y su relación con la muerte, sabemos que tuvo experiencias muy cercanas y dolorosas, la muerte de su primera esposa cuando esta contaba con 27 años, y la muerte de sus dos hijos cuando tan solo contaban con un año de edad.

Margarita Barezzi, primera esposa de Verdi


El origen de su misa de réquiem está en un homenaje a la figura de Rossini, en el que colaboraron distintos músicos, entre ellos Verdi, ya que se conmemoraba la muerte de Rossini y su gran importancia como figura patriótica y símbolo de la unidad italiana.

Gioachino Rossini
Por diferentes cuestiones no se pudo realizar el homenaje, pero Verdi escribió el responsorio nº XIII "Libera me", que tendrá en cuenta para su posterior Réquiem.


El réquiem se escribe en 1874 en memoria del escritor Alessandro Manzoni (1785-1873), que era muy querido en Italia, sobre todo por el libro "Los novios".

Se trata de un réquiem con una duración larga, de hora y media.
Cuenta con más de 120 cantantes y más de 100 músicos. Por lo menos así fue, en su estreno el 22 de mayo 1874.


La versión es de Daniel Barenboim, en la Scala de Milán en 2013.

El Introito comienza en sotto voce, dramático, dulce y suave hasta que en fortísimo entran las voces masculinas.

Se sabe que Verdi estudió otros réquiems para inspirarse, por supuesto el Mozart, Berlioz y los dos de Cherubini.












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